Una de las primeras cosas que nos recomendaron visitar de Hamburgo cuando llegamos es el Fischmarkt, un tradicional mercado al aire libre que se desarrolla los domingos a orillas del Elba. El único detalle es que arrancan a las 5 de la mañana y para las 9:30 ya empiezan a levantar, así que había que levantarse temprano...
Primera impresión (7:30): muchísima gente. Toda el área, unos 500 metros o más, totalmente cubierta de puestos o de personas caminando. La atmósfera me pareció demasiado turística, con muchos puestos de venta de chucherías para turistas (si bien abundan las pescaderías, panaderías, florerías, etc.). Más allá de eso son un espectáculo los puestos de venta "en cantidad". En ellos uno o varios vendedores se encargan de llamar la atención de la gente (bromas, cantos, etc.) y venderles una bolsa o canasto lleno de productos por algún precio estándar (por ejemplo, una bolsa completa de chocolates y golosinas por 10€ o un canasto de verduras por 15€). Normalmente la bolsa la arman en el momento con lo que tienen ese día para vender, así que uno recibe un popurrí de cosas que probablemente no iba a comprar, pero a un precio bastante menor a lo que costaría comprarlas por separado en otro lado. Si uno no tiene preferencias fuertes en lo que va a comer, ambos lados salen ganando...
Después de esa visita madrugadora y para aprovechar el resto de la mañana tomamos el ferry (transporte público) por el río hasta la última estación, y de allí subimos caminando por un lindo parque (Jenishpark) y un apagado Botanischer Garten (otoño) antes de emprender el regreso en tren.
miércoles, 23 de septiembre de 2009
Lüneburg
Sábado de paseo por Lüneburg, ciudad medieval en las afueras de Hamburgo. Antiguamente uno de los centros de extracción de sal más grandes de Alemania (y consecuentemente, importante puerto), hoy es un pintoresco pueblo suburbano. La típica arquitectura alemana de madera y ladrillo, con callejuelas lejos de ser un cuadriculado, todavía sobrevive en muchos lados; incluyendo una grúa "a propulsión humana" del siglo XII que funcionó hasta bien entrado el siglo XIX. Después de una visita guiada por la mañana (malos chistes), el resto del día fue dedicado a la secuencia caminar un poco-sentarse a comer-volver a caminar un poco, repetida por un par de horas hasta tomar el tren de regreso. No hay un punto de la ciudad que haya sido imperdible, pero es un buen lugar para pasar no haciendo nada durante toda la tarde.
lunes, 21 de septiembre de 2009
Recapitulando
La conferencia/escuela a la que estoy asistiendo en Hamburgo consta, además de las charlas a la mañana (y parte de la tarde), de alguna que otra salida de visita. El lunes tuvimos una visita turística por la ciudad, y el martes no fue tanto una salida sino visitar los laboratorios del instituto de física que organiza la escuela: muchas máquinas interesantes y más plata que nosotros ;-) .
El miércoles fue la visita a los laboratorios del principal patrocinador de la escuela (o al menos el que se ganó la visita de los estudiantes...), la famosísima Beiersdorf. ¿No? ¿No les suena ni un poco? Mmmmmm..... a mí tampoco. Bueno, resulta que es la compañía detrás de Nivea y toda una serie de otras marcas de cosméticos y farmacia. También muchas máquinas caras, pero por alguna razón usar un microscopio electrónico de al menos medio millón de dólares para ver cómo se distribuye una crema para el sol no me convence del todo. Supongo que obviamente no nos iban a contar todos sus secretos, pero un poco más de trabajo e investigación real no hubiera venido mal si intentaban convencer a alguien de trabajar para ellos. En palabras de Shrek: me gusta su castillo, muy "limpio"...
La semana terminó con jueves y viernes de pósters, tranquilo y sin sobresaltos.
PD: y ni siquiera nos dieron muestras gratis...
El miércoles fue la visita a los laboratorios del principal patrocinador de la escuela (o al menos el que se ganó la visita de los estudiantes...), la famosísima Beiersdorf. ¿No? ¿No les suena ni un poco? Mmmmmm..... a mí tampoco. Bueno, resulta que es la compañía detrás de Nivea y toda una serie de otras marcas de cosméticos y farmacia. También muchas máquinas caras, pero por alguna razón usar un microscopio electrónico de al menos medio millón de dólares para ver cómo se distribuye una crema para el sol no me convence del todo. Supongo que obviamente no nos iban a contar todos sus secretos, pero un poco más de trabajo e investigación real no hubiera venido mal si intentaban convencer a alguien de trabajar para ellos. En palabras de Shrek: me gusta su castillo, muy "limpio"...
La semana terminó con jueves y viernes de pósters, tranquilo y sin sobresaltos.
PD: y ni siquiera nos dieron muestras gratis...
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